viernes, 23 de agosto de 2013

TEST DE ALCAT

 
 
 
INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS
 

 
TEST DE ALCAT
 
 
 
Según la Academia Americana de Alergia e Inmunología, así como la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, existen dos tipos de reacciones adversas de carácter individual causadas por un alimento: las inmunológicas y las no inmunológicas. Las de tipo inmunológico incluyen las respuestas alérgicas de tipo IgE y las reacciones de sensibilización de tipo IgG, mientras que las de tipo no inmunológico, corresponden con la intolerancia alimentaria. 
 
 
Alergia alimentaria
 
 
La alergia alimentaria es una respuesta de tipo IgE en la que por tanto, está involucrado el sistema inmune. Existe una activación de mastocitos y basófilos que secretan inmunomediadores de tipo histamínico, como la propia histamina, prostaglandinas, leucotrienos y proteasas, entre otros. La técnica de diagnóstico de elección para detectar este tipo de respuesta es el RAST.
Tras la exposición al alergeno, existe una primera fase asintomática que incluye un periodo de latencia y un periodo de sensibilización, en la que se sintetizan los
anticuerpos. Será posteriormente, durante la segunda exposición al alergeno alimentario, cuando se desencadenará la respuesta alérgica.
 
La sintomatología puede ser de carácter grave (es el caso del shock anafiláctico que incluso puede producir la muerte del paciente), o bien de carácter menos grave, con alteraciones gastrointestinales (prurito bucal, edema de labios, estomatitis, náuseas, vómitos, distensión abdominal, dolor cólico, diarreas), cutáneas (urticaria, angioedema, dermatitis atópica) y respiratorias (rinitis, asma).
 
Otro tipo de reacción inmunológica causada por un alimento es la sensibilización de tipo IgG. Se trata de una forma alérgica que expresa un estado de sensibilización del paciente a un alergeno alimentario determinado. Según varios autores tiene escaso valor clínico, de modo que tan sólo la subclase IgG4 se ha relacionado con ciertos tipos de alergia.
 
 
La técnica de detección indicada es el Test de IgG que en ningún caso diagnostica una intolerancia alimentaria.
 
 
La intolerancia alimentaria.
 
Las academias nombradas anteriormente definen la intolerancia alimentaria como aquella respuesta anómala del organismo frente a cualquier alimento o aditivo
alimentario, en la que no participa el sistema inmunológico. Etiológicamente, presenta una frecuencia entre 5 y 10 veces superior a la alergia. En este caso, no existe periodo de latencia, de forma que tras la exposición, se produce una reacción microtoxicidad de carácter individual cuyas dianas son los linfocitos, granulocitos y plaquetas de la sangre.
 
 
La sintomatología asociada es de carácter más leve aunque de duración crónica, y agrupa las siguientes manifestaciones: trastornos gastrointestinales, como dolor y distensión abdominal, vómitos y diarrea, alteraciones respiratorias, dermatitis y eczemas, migraña, fatiga crónica y alteraciones reumáticas, así como el fracaso de la dieta hipocalórica en el tratamiento del sobrepeso.
 



Las causas de la intolerancia pueden ser de tres tipos:
 
 
· Las enzimáticas son reacciones de intolerancia catalizadas por enzimas constituyentes de los alimentos, como la levadura de pan o de cerveza
 
 
· Las farmacológicas, son debidas a agentes farmacológicos activos, presentes en pequeñas dosis en los alimentos, como la tiramina, la fenietilamina o la cafeína
 
 
· Y por último, las reacciones de tipo no identificado que incluyen las reacciones frente a aditivos alimentarios.
 
 
La metodología de elección para el diagnóstico de la intolerancia alimentaria es el Test Alcat, técnica patentada de la cual, Centro Inmunológico de Cataluña tiene la licencia exclusiva en España y Portugal, cuyo Centro Colaborador en Jaén es el Centro Natural Lakshmi.
 
 
 
El Test de ALCAT es un análisis de sangre en el cual se reproduce en el laboratorio la respuesta a tiempo real de nuestras células sanguíneas frente a 100 alimentos distintos (los más habituales de nuestra dieta) y 20 de los colorantes y conservantes de uso más común en alimentación.
 

Importante
 
 El Test de Alcat no sirve para saber lo que engorda o lo que no a cada individuo. La dieta que se programa con esta prueba sirve para depurar el organismo, no es una dieta de adelgazamiento. Es verdad que si se sigue correctamente se adelgaza y a veces mucho, pero no conviene olvidar que una dieta sana y equilibrada, el ejercicio y el cambio de hábitos, así como una buena historia clínica y un seguimiento a medio y largo plazo, siguen siendo la base de cualquier buena terapia para adelgazar. 
 
 
 
Test ALCAT e indicaciones
 
 
Test ALCAT es la técnica de laboratorio de elección para valorar in vitro intolerancia alimentaria, de manera que se trata de una herramienta diagnóstica al servicio del especialista de la dietética y la nutrición. La sintomatología asociada a la intolerancia suele ser de tipo crónico, y agrupa las siguientes manifestaciones: trastornos gastrointestinales, como dolor y distensión abdominal, vómitos y diarrea, dermatitis y eczemas, migraña, retención de líquidos, fatiga crónica, alteraciones reumáticas, y fracaso de la dieta hipocalórica en el tratamiento del sobrepeso.
 
 
 El test de citotoxicidad
 
 
Partimos de una muestra de sangre total del paciente (para reproducir al máximo en el laboratorio, las condiciones que se dan el organismo), a la cual añadimos exclusivamente citrato sódico al 3,8% como anticoagulante. volumen de sangre necesario para analítica es de 8ml para el ALCAT- 100 (panel de 100 extractos alimentarios) y 4ml para el ALCAT-AC (panel de 20 conservantes y colorantes), y en caso de combinar ambos tests, con 8ml es suficiente.
 
 
No es necesario que la extracción se realice en ayuno, pero es recomendable no practicarla inmediatamente después de una ingesta abundante.
 
 
Es importante invertir los tubos suavemente 5 ó 6 veces inmediatamente después de la extracción para que anticoagulante se distribuya uniformemente, y obtener así, una muestra homogénea.
 
 
Esta muestra se mantiene en condiciones condiciones óptimas para el análisis un máximo de entre 24 y 36 horas y debe conservarse a temperatura ambiente. Una vez en el laboratorio, la muestra será puesta en suspensión en una solución neutra y posteriormente repartida en alícuotas de volumen idéntico, de manera que cada una de ellas se incubará en suave agitación con un extracto alimentario o de aditivo, en condiciones optimizadas (pH, temperatura, etc) durante un periodo de tiempo estandarizado.
 
 
 
Se reserva también una porción de la alícuota que será sometida al mismo proceso que el resto pero en ausencia de extractos, que funcionará como control negativo específico para el paciente.
 
 
 
Al finalizar el periodo de incubación, las muestras ya están preparadas para el análisis.
 
 
El Test ALCAT determina la reactividad celular por lectura citométrica, la cual está relacionada con la modificación del número y del tamaño celulares. Los tipos celulares que analiza el test y que son diana de los efectos adversos que causa la intolerancia son linfocitos, granulocitos y plaquetas.
 
 
 
El equipo automatizado mide el tamaño (en micras), el volumen (en femtolitros)
así como el número de estos tipo celulares.
 
 
 
Las medidas se basan en los principios de la citometría. Las partículas presentes en suspensión, se encuentran en un líquido de conductividad y resistividad bien determinados. Éstas emiten una señal durante su paso a nivel del canal del electrodo debido a la variación de la resistencia eléctrica inducida.
 
 
Después del tratamiento, cada alícuota es analizada por este sistema que separa las células en 256 canales.
 
 
Cada canal es específico de un tamaño, lo que finalmente permite identificar el conjunto de partículas celulares situadas entre 4 y 904 femtolitros. El analizador mide el número de células y su tamaño estableciendo una curva de distribución que para cada sustancia a analizar, se compara con la curva control. Ello asegura los cálculos de integración y tiene asimismo en cuenta todos los cambios observados en las poblaciones celulares. Los resultados se expresan numéricamente y en forma de histogramas.
 
 
La distribución celular se materializa en forma de un gráfico cuyo análisis permite la interpretación del nivel de reactividad celular. Este gráfico ordena las células de menor a mayor en las abcisas indicando para cada una de ellas la numeración del orden.
 
 
El histograma final tendrá diferentes formatos dependiendo del paciente y de los desórdenes encontrados. Para resultados normales, deben observarse dos picos: el pico situado más a la derecha, tendrá un nivel más elevado que el de la izquierda (esta configuración estará invertida en niños menores de 3 años).
  
 
 
Existen 5 posibilidades:
 
 
1. Aumento celular. Los picos derecho y/o izquierdo de la curva, se desplazan hacia la derecha.
 
 
 
2. Degranulación parcial. Los picos derecho y/o izquierdo de la curva, se desplazan a la izquierda.
 
 
 
3. Lisis celular. Los picos izquierdo y/o derecho aparecen más bajos que la curva base, debido a una menor detección de células.
 
 
 
4. Agregación plaquetaria. Evidenciada por la presencia de un pico suplementario en el extremo izquierdo del histograma.
 
 
 
5. Ausencia de reacción. El histograma test y el histograma control, se superponen.
 
 
 
Los sujetos sanos, exentos de reacción de intolerancia, se caracterizan por valores bajos de reactividad celular, cercanos al 7%. Los pacientes sintomáticos, presentan valores cuyo nivel es generalmente superior al 11%. Los estudios de reproducibilidad han sido llevados a cabo con éxito no siendo las variaciones significativas (p<0,02) de un test a otro (repetición del mismo test con alícuotas de sangre provinentes de la misma toma de muestra frente al mismo extracto alimentario, así como del mismo test, con tomas de muestra del mismo paciente efectuadas con tres días de diferencia).
 
 
Se han constatado variaciones en la tolerancia para un mismo paciente en relación con la frecuencia de ingestión o exposición. Por tanto, un alimento analizado, no consumido por el paciente desde hace mucho tiempo, podrá dar un resultado negativo, y revelarse reactivo en caso de ingestión repetitiva.
 
 
 
 Resultados del Test ALCAT
 
 
  
Los resultados del Test ALCAT se expresan en porcentaje de variación entre la curva estándar (media de las curvas de 10 controles para el ALCAT- 100 y de 5 controles para el ALCAT-AC con la muestra de sangre sin extracto) y la curva test (muestra de sangre enfrentada al extracto a estudiar). Los resultados se clasifican según el nivel de reactividad celular:
 
 
· Positivo alto. Alimentos o sustancias potencialmente nocivas, con un nivel severo de intolerancia. Se indicarán en el dictamen en rojo y se clasificarán como sustancias a eliminar de la dieta.
 
 
 
· Positivo medio. Alimentos o sustancias potencialmente reactivas, con un nivel fuerte o referenciable de intolerancia. Se indicarán el dictamen en color naranja y se clasificarán como sustancias a evitar en la dieta, lo cual supone, disminuir en cantidad y frecuencia su toma.
 
 
 
· Positivo bajo. Alimentos o sustancias con bajo nivel de intolerancia. El profesional deberá valorar, según la historia clínica del paciente, si estas sustancias podrán incluirse, o no, en la dieta a seguir. Se indicarán en el dictamen en color amarillo.
 
 
 
· Negativo. Alimentos o sustancias con valores de reactividad celular, inferiores al 9%, y por tanto, con nivel de intolerancia no significativo. Pueden incluirse en la dieta a seguir y se indicarán en el dictamen en color verde.
 
 
 
Interferencias con el Test ALCAT
 
 
Existen algunos factores que pueden producir interferencias con la realización
del Test ALCAT:
 
 
· Los corticosteroides y los tratamientos antihistamínicos, que pueden reducir eventuales reactividades.
 
 
· En aquellos pacientes sometidos a tratamientos anticoagulantes de acción antiagregante (tipo aspirina) , resulta difícil la interpretación del resultado.
 
 
· Deberá haber transcurrido un período mínimo de 10 días sin exposición a estos fármacos, para poder realizar el test en óptimas condiciones.
 
 
De la misma manera, es preferible no realizar el test en pacientes que se encuentren en una situación fisiológica no habitual, como el embarazo, la lactancia o tratamientos oncológicos, dado que el resultado podría no corresponder con la realidad del paciente.
 
 
Hasta el momento, la experiencia en la aplicación del Test ALCAT en niños es limitada, por lo que deberá ser siempre supervisada por el pediatra.
 
 
 Panel de alimentos del ALCAT-100 (Alimentos)
 
 
 
 
 
 Panel de alimentos del ALCAT-AC (Aditivos y colorantes)
 
 

  
 
El Sobrepeso y las dietas
 
 
Los alimentos que nos causan intolerancia alimentaria pueden producir el fracaso de la dieta hipocalórica.
 
 
El sobrepeso es una situación anómala del organismo con etiología multifactorial y parece ser sintomático de algunos desequilibrios bioquímicos. Existen factores genéticos y hormonales, entre otros, además de los propios hábitos de alimentación de cada individuo, que intervienen en la regulación del peso corporal. Cuando un organismo se encuentra sometido a una dieta restrictiva, éste se defiende contra la privación mediante un descenso de su metabolismo. Disminuye entonces el consumo energético, y se inicia el ciclo del llamado fenómeno yoyo.
 
 
 
Este ahorro energético se compensa con una pérdida de masa muscular (agudizada por el bajo aporte proteico que suelen presentar las dietas de adelgazamiento), y por tanto, con un aumento del porcentaje de tejido adiposo. Disminuye la capacidad para quemar calorías. Al abandonar la dieta e incrementar el aporte calórico neto, el organismo, que está inmerso en esta situación de ahorro, responderá con un aumento de peso, posiblemente, seguido de una nueva dieta.
 
 
  
Sensación de hambre 
 
 
 
La sensación del hambre, se explica por varios autores como consecuencia de una serie de procesos bioquímicos a nivel cerebral. En este sentido, la reacción de intolerancia a ciertos alimentos podría ser la causa de una disminución de ciertos neurotransmisores, especialmente la serotonina.
 
 
 
Este descenso genera la sensación de hambre, malestar, astenia, etc, de manera que el paciente intenta combatirla mediante la ingesta de carbohidratos. Éstos, producen una rápida liberación de insulina y un posterior aumento de triptófano y serotonina. La consecuencia es una sensación de bienestar temporal, hasta que la propia insulina segregada, produce una disminución de la glucemia plasmática, que a su vez produce nueva sensación de hambre y la necesidad de volver a ingerir aquellos alimentos adversos que iniciaron todo este cuadro.
 
 
 
Estos pacientes presentan serios problemas de sobrepeso, acompañado de otros síntomas inespecíficos (malestar, astenia, cefaleas, etc), todo ello producido por la intolerancia alimentaria. 
 
 
 
Dietas hipocalóricas 
 
 
Las dietas hipocalóricas sumen al organismo a una situación de estrés. Bajo esta situación, los efectos adversos producidos por los alimentos que causan intolerancia, pueden aflorar o bien agudizarse, de manera que complican un tratamiento que de por sí es difícil de llevar. Los alimentos que nos causan intolerancia alimentaria pueden producir el fracaso de la dieta hipocalórica.
 
 
La sintomatología producida por la intolerancia alimentaria es muy variable de un paciente a otro, pero puede incluir ansiedad, retención de líquidos, fatiga crónica, migrañas, etc, y este cuadro suele culminar en un incumplimiento de la dieta por parte del paciente y, por tanto, en el fracaso del tratamiento. En aquellos casos en los que una dieta hipocalórica produce situaciones de pérdida de peso menor a la esperada, y en general, resultados y evolución de la dieta fuera de lo normal, se puede sospechar que existe una intolerancia alimentaria.
 
 
 
Con la ayuda del Test ALCAT, el especialista en nutrición, puede confeccionar una dieta hipocalórica personalizada para el paciente, en la que se sustituyan los alimentos que han mostrado positividad en el test por otros dietéticamente equivalentes, con el fin de incrementar las garantías de éxito del tratamiento de adelgazamiento.
 
 
 
La fatiga crónica es una alteración que se caracteriza por un cansancio y debilidad mantenidos, que no están relacionados con un esfuerzo en particular, no se alivian con el descanso o sueño, y son particularmente más acusados en las primeras horas del día.
 
 
 
Las causas de este síndrome pueden ser diversas, tales como enfermedades infecciosas (virus Epstein-Barr), anemia, fibromialgia, alteraciones psicológicas, y la alimentación, parece ser un factor clave.
 
 
 
Según la Sociedad Americana de la Fatiga Crónica y el Síndrome la de la Disfunción Inmunitaria (CFIDSAA), la fatiga crónica puede incluir, además de cansancio, una larga lista de síntomas, como dificultades en la función cognitiva, alteraciones visuales, trastornos psicológicos, vértigo, problemas de equilibrio, sensibilidad a temperaturas extremas, y dolores en el pecho.
 
 
 
Ciertos pacientes padecen fatiga después de una infección vírica. Durante la infección, el sistema inmune produce citoquinas que la combaten pero que a su vez debilitan al organismo, y sus efectos, pueden persistir durante algún tiempo. En particular, los linfocitos producen interferones, útiles contra infecciones víricas pero que se ha demostrado que son causantes de fatiga, vértigo y cefaleas. Otros pacientes manifiestan fatiga crónica después de un trauma psicológico, o bien después de un periodo de intenso trabajo, lo cual sugiere que las hormonas del estrés podrían estar implicadas.
 
 
 
Algunos autores defienden que el síndrome de la fatiga crónica es el resultado de una disfunción del sistema inmune. Después de una infección, estrés u otro trauma, algunos factores inmunológicos causantes de la fatiga, se mantienen elevados indefinidamente. Según la CFIDSAA “la naturaleza exacta de esta disfunción no está bien definida, pero puede considerarse como un estado de sobreactivación del sistema inmune”.
 
 
 
Cuando existe un periodo de fatiga superior a seis meses, se puede sospechar la existencia de una intolerancia a alimentos o a aditivos alimentarios. La fatiga puede ser una temprana señal de alarma de la intolerancia alimentaria.
 
 
 
Los tratamientos nutricionales han demostrado ser eficaces y no agresivos en la terapia de la fatiga crónica. Con la ayuda del Test ALCAT, se puede elaborar una dieta personalizada para el paciente, en la que se excluyan o disminuyan las dosis de los alimentos que causan intolerancia, y mejorar, en muchos casos, la fatiga crónica del paciente.
 
 
 
El planteamiento de los casos clínicos se hace de la siguiente forma:
 
 
 
· Presentación del caso clínico:
 
  1.  Motivo de consulta, realización de historia, incluyendo antecedentes personales o familiares y sintomatología desde la infancia a la edad actual, así como estilo de vida, situaciones de estrés, etc.
  2. Pruebas adicionales que se solicitan.
· Resultado de su Test de Alcat

 · Evolución de los síntomas que presenta:

 
Se hacen evaluaciones de la paciente el primer día que acude a la consulta y en las sucesivas revisiones, al mes y medio de haber empezado la dieta y el tratamiento complementario, y a los tres meses.
 

Se realiza supresión total y absoluta de todos los alimentos positivos a intolerancia que salieron en el test hasta la remisión total de los mismos, que aproximadamente esta en tres meses.

 
· Resultado final y alta del paciente.


¡¡La intolerancias a algunos alimentos que dura toda la vida, tú la puedes remediar en pocos meses!!
 
 
¡Anímate y da el paso!
 
 
¡¡Contacta con nosotros!!
 



 

"De acuerdo con la legislación vigente, el contenido del presente blog no sustituye en ningún caso la apropiada asistencia médica. El lector-usuario acepta que el contenido del mismo está sujeto a su propia interpretación y uso."